Sunday, August 13, 2006

mi hijo

Hijo mío

Fuiste pequeño regalo del cielo
creciste como girasol sonriente
en campo de trigo dorado.
tu cara brillante de sonrisa plena
llenó nuestros días de amor y tibieza.
Marchaste siguiendo un camino con aciertos y escollos
pero siempre honesto ganaste al destino
y hoy a tu vera, feliz te acompañan,
dos damas de distinto porte
una que corteja tus horas de hombre
y una beba amorosa a quien dieron vida
Son dos rosas aferradas a un tallo vibrante y dócil
con la fuerza interior de un volcán candente

2 Comments:

Blogger Qymera said...

wao, esto si que son palabras. Una muy hermosa manera de registrar la heredad no sólo de lasangre sino más importante aún del amor.

3:57 PM  
Blogger Presentes Ausencias said...

Hermoso homenaje desde el milagro de la maternidad.

10:55 PM  

Post a Comment

<< Home