Di-vino

Sentada a la vera de una acequia
frescas ondas bordadas en plata lunar
recuerdo el día interminable
trabajado entre espalderas de vides
que regalan el rojizo jugo vital
Rey de la mesa sostén importante
del sibarita alejado de la realidad
y calor intracorporeo del vagabundo social
néctar que le excita la capacidad locuaz.
Unido a tu histórico envase, el hombre divaga
sobre amores vividos, e imágenes eróticas
de unión indiscreta, de juego sensual
Entonces acerca la bota a su boca
que abre en forma brutal,
derramando el oscuro líquido
dentro de ese cuerpo torpe, con ansiedad.
De repente cambia su color
burbujean chispas de alegre cantar
y en copas de cristal aflautado
se ha convertido el vino en champagne.
Mujeres radiantes de curvas glamorosas
embriagan su cuerpo para lograr
derribar barreras que rigen sus mentes
y envueltas en sedas se ponen a bailar
El vino es el elixir de la existencia
señor indiscutido de la gran bacanal
abrigo humilde de aquel que de lejos
vio pasar la buena vida, tan lejos,
que nunca la pudo alcanzar.